La Negra, nuestra dulce compañera en Uquia

Como llegó a nosotros?
La conocimos hace 10 años cuando la vecina nos mostraba la casa que luego se convertiría en el emprendimiento familiar Vasija de Cobre.
No era muy confiada, marco distancia y así se respetó.
Ya estando instalados se nos fue acercando… pero no tanto como queríamos que fuera.
La veíamos siempre junto a su amo recorriendo el sembrado, tumbada junto a él cuando armaba los almácigos y por la noche ladrando corría a los supuestos zorros.
Perra de campo, así le decían.
Al tiempo falleció su amo y a partir de allí siempre digo que nos adoptamos! Su fidelidad es indescriptible, dejó sus tareas de campo para cuidar de nosotros. Fue su manera de agradecer casa, comida y muuucho amor.



Cuando alguien viene ella corre ladrando, parece intimidante, pero al momento si le caes bien puede que ponga su cabeza entre tus piernas pidiendo que le fricciones la espalda.



La Negra festeja con saltos cada ves que regresamos a casa o cuando por la noche salimos a caminar las calles del pueblo. La Negra acompaña en las compras, la iglesia o las reuniones de vecinos. La Negra ❤ Ojitos ❤ Osita ❤ ya hace tiempo, cambio de dueño.



EPITAFIO ❤
Amor profundo, amor del bueno, hoy con 22 añitos partiste al encuentro de tu hermano Yanqui. Imagino el encuentro… juntos correteando y saltando de estrella en estrella en el cielo infinito de Uquia.
Por siempre en nuestros corazones!!

Texto y Fotografía: Patricia L. Tilio