La celebración del encuentro o topamiento de comadres, tiene un profundo significado. Así, esta noche en la Sociedad Española se producirá la tradicional reunión.
Negrita cuenta: “Desde hace casi dos décadas un grupo de mujeres capitalinas marcaron en San Salvador de Jujuy un espacio de encuentro, casi todas motivadas para agasajar a una comadre de verdad, una madrina o amiga»
Algunas de ellas ‘no carnavaleaban’, sentían que las fiestas sólo las disfrutaban los hombres, sobre todo en la quebrada, y que ellas no participaban por varios prejuicios ciudadanos, tanto para varones como mujeres.

Hernestina Cari
Con el transcurso del tiempo estos encuentros fueron cobrando nuevas prácticas sociales con reflexiones del ‘diálogo de las Comadres’ representados por las Hermanas Cari.
Claro ellas relatan la situación de las mujeres de las zonas rurales, en relación a su mundo que es muy diferente a la vida de la mujer de la ciudad pero hoy en día el ‘jueves de comadre’ fue transportado a la ciudad con más énfasis, con todas las costumbres propias del calendario cultural.




Fue importante ver de cerca este proceso de diferencias entre la vida del campo y la vida de la ciudad, a través del rol de la mujer. Mientras en el campo se homenajean a hombres y mujeres, como hijos de la Pachamama, para festejar la producción agrícola de un año, en el marco del carnaval coincidente con los tiempos de cosecha, donde todo es un agradecer a la vida y sus relaciones con la tierra, las plantas, los animales, y queda el simbolismo con actitudes de encuentro agradecido y solidario.



Las mujeres de la ciudad, muchas con herencia de tradiciones rurales que dejaron en sus pueblos de origen, consolidaron el espacio de las comadres y se vincularon indirectamente con las actividades solidarias que ejecutan otras mujeres en el barrio Cerro Las Rosas, junto a niños y jóvenes.

Recordemos que este barrio está compuesto por población migrante de Quebrada y Puna.
Nada más oportuno para festejar con madrinas solidarias este día tan especial y valorar día a día la alegría del encuentro de dos mundos que se van articulando y complementando a través del respeto y el amor.

El campo productivo, heredero de valores ancestrales para la convivencia, es muy distinto a una ciudad casi modernista, defensora de una cultura eurocéntrica, sin identidad, que despoja y desvaloriza expresiones populares arraigadas en el respeto a la tierra y sus elementos de relación desde una cosmovisión que le pertenece.



Así con el tiempo las comadres de la ciudad viven este proceso de interculturalidad que ofrecen las tradiciones norteñas, revalorizando estrategias de complementación y respeto con el protagonismo de las mujeres.
Evento: Jueves de Comadres en Humahuaca´15 Fotografía: Patricia Tilio